La fuente del lobo
Se dice que un día un pastor se encontraba reposando a la
sombra de los árboles que rodeaban una fuente, cuando de la maleza salió un
lobo que temeroso del hombre que lo miraba también asustado, se acercó
apresuradamente a la fuente, bebió lo más rápido que pudo y se marchó
corriendo. El hombre, aunque asustado, regresó al día siguiente al mismo lugar para descansar, volviéndose a
repetir la escena del día anterior. Al ver el pastor que se podía repetir la
visita al día siguiente, se preparó, y cuando apareció de nuevo el lobo, le
arrojó un pedazo de pan. El lobo se acercó con precaución y tras olfatearlo, se
lo comió, y como siempre, huyó. La misma escena se sucedía día tras día, y lobo
y hombre parecían tener cada vez más confianza. El pastor, sabiendo de la fama
del lobo, decidió guardarlo en silencio, hasta que un día decidió compartir su
bella experiencia. La voz se corrió por toda la zona y pronto surgieron las
voces que, viendo un peligro por la presencia del lobo, exigían la cabeza de
aquel que se atrevía a bajar hasta la población. El pastor sin poder
detenerlos, presenció como hombres armados se echaban al monte. Esa misma tarde
pudo ver horrorizado cómo traían el cuerpo de unos cuantos lobos abatidos, y
entre ellos, aquel que bebía en la fuente. La fuente pasó a ser “la del lobo”
como recuerdo de este suceso.
Esta fuente se encuentra en el municipio de Béjar, siendo ésta
una de las ciudades de la Ruta
de la Plata.
Un saludo