miércoles, 27 de marzo de 2013

Un gran desafío: La Síndone de Turín



Este año hará 3 que me enfrenté cara a cara con uno de los mayores desafíos que se han podido encontrar científicos, historiadores y curiosos de estos temas en general. Un tema que ha hecho correr ríos de tinta a favor y en contra, y que en ocasiones, puede llegar a incomodar por las preguntas que sigue provocando y cuyas respuestas son difíciles de dar.



En el año 2010 se produjo la Ostensión de la Sábana Santa o Síndone de Turín. El lienzo no se mostraba desde el año 2000, por lo que era una ocasión que no se debía dejar escapar. La novedad era que el lienzo había sido sometido a una restauración, limpiándolo y eliminando los parches añadidos. Al entrar en la nave del Domo donde se exponía, lo primero que me llamó la atención fue la potente luz con la que lo iluminaban. Se rumoreaba que era un lienzo falso, por eso se permitían esa iluminación. Decidí dejarme llevar por el momento, y tras segundos de observación, pude distinguir sin dificultad la figura de un hombre con los signos de la crucifixión, tal y como había leído una y otra vez en diferentes ensayos sobre la extraña reliquia. Sin conformarme con esto, decidí hacer unas cuantas fotografías. La sorpresa fue que en las fotografías se distinguía aun de forma más clara aquel cuerpo. Y la emoción fue mayúscula cuando, una vez en casa, apliqué diferentes filtros que destacaban todo aun más. Me marché de Turín con muchas más preguntas que con las que llegué. ¿Era auténtica? ¿Quién era ese hombre? ¿Cómo se había fijado la figura? ¿Es realmente del siglo I?

Esta fue mi experiencia. Una de tantas que allí se produjeron. Sólo añadiré que deseé en ese momento quedarme a solas, frente a frente, para arrancarle los secretos que tan celosamente guarda. 





Breve historia



Se dice que San Judas Tadeo entregó al Rey de Edessa la Síndone para que ésta le curara de la lepra que padecía. Al parecer, el rey había escrito una carta a Jesús en la que le pedía que le sanara. Jesús no pudiendo atenderlo en persona le contestó que pronto le enviaría a uno de sus discípulos. Al morir el rey, y tras diversos problemas de sucesión, su hermano subió al trono y emprendió una persecución contra los cristianos. Temeroso de que destruyeran la Síndone, decidieron esconderla en un muro, donde, tras pasar olvidada más de 400 años, fue descubierta. Otra versión cuenta que en unas obras de restauración de la iglesia de Santa Sofía se encontró lo que llamaron Mandylion (pañuelo) con la imagen de Jesús.



Sea como fuere, la reliquia pasó de Edessa a Constantinopla. Allí fue venerada hasta que hacia 1204 la ciudad fue tomada por los cruzados y la reliquia desaparece. Se cree que fue llevada y custodiada por caballeros templarios a Atenas. Posteriormente el rastro nos lleva a Francia, concretamente a Lirey como propiedad de Godofredo de Charny, quien hizo levantar una iglesia para guardarla. Su descendiente, Margarita de Charny cedió la reliquia a los duques de Saboya años después, quienes la custodiaron en el castillo de Chambery en una urna de plata. Eran principios del siglo XVI.



En el año 1532 se declaró un incendio en el castillo. La urna comenzó a derretirse provocando daños en la Síndone que pueden verse actualmente, ya que la plata fundida agujereó los pliegues provocando unos orificios. Estos orificios fueron cubiertos con unos parches tiempo después por las monjas clarisas de Chambery.



De Francia pasa a Italia, donde podemos encontrar datos de su paso por Milán, Niza y Turín, donde se guarda actualmente. En Turín se levantó una capilla diseñada por Guarino Guarin hacia los años 90 del siglo XVII. Aquí permaneció hasta que en 1997 se produjo un nuevo incendio que destruye la capilla. Un bombero llamado Mario Trematore, arriesgando su vida, consigue romper el cristal y sacar el cofre con el Santo Sudario antes de que se viniera abajo el techo.



Actualmente se encuentra en la catedral de San Juan Bautista de Turín (conocida como el Duomo).




Las fotos


En 1898, un abogado y aficionado a la fotografía, Secondo Pia, tomó unas placas de la Síndone aprovechando la oportunidad de una exposición de arte sacro y de una ostensión de la Síndone,  ya que quería colaborar con algunas fotos de la reliquia. Salvando las dificultades que surgían por la falta de iluminación en interiores, pudo realizar las deseadas fotografías. Cuando reveló las placas, surgió la sorpresa. Pudo darse cuenta que la imagen que aparecía era nítida, tratándose de una imagen en positivo. Es su cuarto oscuro llegó a la conclusión de que la sábana se trataba de una enorme imagen en negativo de un hombre que sufrió los signos de la crucifixión y la Pasión.



La polémica no se hizo esperar, surgiendo voces que aplaudían el descubrimiento y que lo daban por auténtico, mientras que otros pensaban que se trataba de un fraude.







¿Qué muestra la sábana?



La Síndone está hecha de lino y  mide 4,36 x 1,10 metros. En ella se puede ver tanto la parte frontal como la dorsal de un cuerpo de hombre que mediría aproximadamente 1,80 metros.

 En puntos localizados, y que coinciden con lo relatado en los evangelios sobre la Pasión y Crucifixión, se pueden ver regueros de sangre (que según los análisis son de grupo AB, muy común entre los judíos) y otros fluidos que surgen de diferentes heridas: en muñecas, pies, costado, cabeza, espalda, piernas y nuca.



Las manos cubren el pubis, y el rostro deja intuir la imagen de un hombre de cabello largo, con barba y bigote.




Algunas pruebas



-   La prueba más famosa y la que aun hoy continúa generando polémica es la realizada por Carbono 14 en 3 laboratorios situados en Zurich, Oxford y Tucsan. El resultado se dio a conocer en octubre de 1988, concluyendo que las pruebas databan el lienzo entre 1260 y 1390 con un 5% de margen de error. Fue noticia internacional y se catalogó a la reliquia como una falsificación de origen medieval. Pero a los grupos de investigadores no les convencieron los resultados y del modo que se hicieron y exigieron más pruebas.



-   Otro de los estudios sobre el famoso lienzo a tener en cuenta es el análisis de restos de polen recogidas por el Dr. Max Frei. Encontró polen de plantas que sólo se encuentras en Palestina (en estratos de 2000 años), además de otros que sólo se encuentran en los lugares donde, según la historia, estuvo expuesta la tela. En total se catalogaron unas 58 especies. 



-   Respecto a los estudios sobre la imagen, se ha dicho de todo. Quizás la más llamativa es que se trata de una obra realizada por Leonardo Da Vinci, pero en las investigaciones sobre el lienzo no se han encontrado restos de pigmentos. De hecho el cómo pudo plasmarse la imagen, que es tridimensional, sigue siendo un quebradero de cabeza para los científicos que se han aproximado a los misterios del Sudario, asegurando que se pudo originar por la radiación de una fuente de calor. ¿Cómo se pudo originar en la Edad Media? ¿Qué clase de tecnología (cuyo conocimiento no ha llegado hasta nosotros) tenían para lograr tal fin?



-   Para concluir este apartado mencionaré otro tipo de pruebas no menos valiosas que las pruebas científicas: las fuentes escritas y artísticas.   
    
    Existen documentos a lo largo de la historia que nombran una misteriosa tela con el rostro de Jesús. Estos textos han permitido recrear la historia de la Síndone. Por ejemplo, hay menciones del traslado de la tela a Constantinopla donde se organizó una gran celebración por tal motivo (año 944). 

    Aunque estos documentos no pueden confirmar si se trata del mismo lienzo que hoy se conserva, podemos hacer el seguimiento de uno similar que existió y que coincide asombrosamente con el Santo Sudario (conservado en Turín). 

    Otro hallazgo que para muchos no deja dudas de que el Sudario es del siglo I son las marcas de monedas sobre los ojos, y que se ha podido comprobar que corresponden con monedas que circularon entre los años 29 y 32.





Concluyo este breve repaso por este misterio añadiendo que muchas de estas pruebas se han realizado sobre otra de las reliquias que, según las crónicas, fue recogida en el sepulcro junto a la Síndone: El pañolón de Oviedo. En esta tela, de dimensiones 83 x 53 centímetros, y realizada en lino, podemos ver restos de sangre que coincide con los análisis de los de la Síndone, así como restos de polen de algunas de las plantas que encontró el Dr. Max Frei. Esta tela también está rodeada de polémicas, pero ya trataré este tema en otro artículo.



martes, 26 de marzo de 2013

Homenaje al Dr. Fernando Jiménez del Oso

Se ha puesto en marcha la I Jornadas "Enigmas del Hombre y del Universo" que  homenajeará a un grande de la divulgación del misterio: el Doctor Fernando Jiménez del Oso.

Las jornadas se celebrarán los días 13 y 14 de abril en Cuenca, y tendrán un fin solidario. La entrada es gratuita y se deberá llevar alimentos que serán donados al Banco de Alimentos de la ciudad de Cuenca.

Más información en su página oficial: http://jornadasenigmas.blogspot.com.es/

Cartel de las Jornadas: 




Un saludo.



martes, 19 de marzo de 2013

Para celebrar la primavera






Para los viajeros, para los buscadores, para los amantes del arte o para los curiosos en general les propongo un par de planes para celebrar el equinoccio de primavera si se encuentran en España.

Como todos los años desde su construcción, para los que saben leer las piedras, se da el caso que en un monasterio burgalés, San Juan de Ortega, podemos ver el llamado “Milagro de la luz”. No es más que el momento de la iluminación por los rayos del sol de un capitel en el que aparece la imagen tallada de la anunciación a la Virgen por parte del arcángel Gabriel. Seguido se puede ver el abrazo de la Virgen con su prima Santa Isabel y el Sueño de San José y la Natividad. Mediante la luz se pretende resaltar el embarazo mediante el Espíritu Santo, es decir, el Misterio de la Concepción. También la luz se puede interpretar como la salvación: la luz mata a las sombras. Dios es luz, dios es salvación.

San Juan de Ortega data de finales del siglo XII (su parte más antigua, perteneciendo al estilo Románico), y es uno de los lugares por los que pasa el Camino de Santiago. Este fenómeno  lumínico dura unos 8 minutos y puede ser contemplado alrededor de las 5 de la tarde. Y para el que se lo pierda en primavera decirles que en el equinoccio de otoño tienen la oportunidad de ver el mismo fenómeno, ya que se vuelve a repetir. 


Otro de los lugares mágicos para pasar esta fecha y ver un fenómeno de estas características es el llamado Dolmen de Soto, en Huelva. Se trata de una construcción megalítica del siglo III a.C. En el equinoccio, los rayos iluminan el pasillo y la sala funeraria, donde se hallaron 8 cuerpos. La luz en este caso simbolizaría el renacimiento a través de la luz de los difuntos, o un camino para los difuntos.

Este fenómeno lumínico no sólo se da en el equinoccio de primavera, sino que podemos encontrar casos en todos los cambios de estación. También en muchas civilizaciones y épocas. Una de las más espectaculares se produce en el equinoccio de otoño en Chichén Itzá, donde la pirámide Kukulcán dibuja a través de luces y sombras una serpiente emplumada, representación del dios.

Un saludo.