Si decide resguardarse del calor y visitar a la vez la
pequeña pero encantadora catedral de Cáceres, podrá observar un incesante goteo
de gente que se acerca silenciosa hasta una pequeña y oscura capilla situada a
la derecha del altar. Puede que se encuentre lejos y no alcance a ver más que
una mesa de velas eléctricas y oscuridad, pero si se acerca, podrá vislumbrar
entre la sombras la imagen de un crucificado. Al principio podrá pensar que es
una imagen más de muchas que se pueden encontrar en cualquier iglesia o
catedral, pero esta tiene un halo de misterio debido a sus leyendas. Y es que
esta magnífica talla ha inspirado tanto devoción como respeto a lo largo de la
historia.
Fue a partir de 1986 cuando, gracias a los estudios de la Cofradía del Cristo Negro
empezaron a salir a la luz historias, algunas conocidas y otras no, sobre el
Cristo que veneran. Así sabemos que la talla se pudo realizar en el siglo XIV,
aunque algunos creen que puede ser anterior. La cofradía tiene su origen en
1490 y aunque durante años se perdió la tradición, en 1986 se recupera
intentando recrear el ambiente que se viviría durante la
Edad Media. Es obligado el voto de silencio
durante la procesión, ritual que se lleva a cabo a puerta cerrada antes de
salir. Durante sus años de vida se ha documentado que el cristo presidió
algunos juicios por expresa petición del ajusticiado, librándose milagrosamente
de la sentencia a cumplir. También presidió actos y ajusticiamientos del Santo
Oficio.
Durante el siglo XVII fue sacada hasta cinco veces en
procesión por epidemias y sequías. La gente a su paso no se atrevía a mirar la
figura, pues se decía que si un pecador miraba su rostro fijamente, sería
castigado. Si alguien osaba burlarse de la imagen o si la tocaba sin respeto,
sería presa también de ese castigo divino. Por eso muchos no se atrevían a tocar
la talla con la mano desnuda. Era tanto el pánico a un castigo de la imagen que
las familias encargadas de su limpieza y mantenimiento pagaban a
familias de origen humilde e incluso a mendigos para que desempeñaran tal
tarea.
A todas estas creencias e historias se le suma que el
crucificado no haya sufrido daño alguno en ninguno de los conflictos que sufrió
la ciudad… y aunque no son muchas, hay voces que relacionan tan enigmática
escultura con el Temple.
Le diré que dentro de la capilla encontrará un interruptor
que ilumina durante unos segundos la imagen. Ahora que sabe su historia, suya
es la decisión de accionar el botón y mirar cara a cara al misterio. Sea
creyente o no, no estaría mal pedirle permiso antes, por si acaso…
Para saber más:
*Historia y Curiosidades Santa Hermandad del
Cristo Negro, Alonso José Román Corrales
Gaitán.
Un saludo.