Esta obra fue adquirida en 1914 por un coleccionista británico y actualmente pertenece a una colección privada, cuyos propietarios la entregaron a dicha fundación para su estudio a finales del 2012.
En un primer análisis de la obra mediante rayos X se apuntó que podría ser posterior a la Gioconda, pudiendo ser de finales del siglo XVI y por lo tanto no se le podía atribuir a la mano del genio. Los siguientes estudios se centraron en el análisis de la geometría y de las pinceladas que daban como resultado que la obra era del propio Da Vinci. Estos estudios fueron respaldados por la prueba del carbono 14 que databa el lienzo entre 1410 y 1455.
Aunque la polémica continúa, desde ahora podemos decir que la Gioconda tiene una hermana más. Eso sí, más joven y sonriente.
Un saludo.
Aunque la polémica continúa, desde ahora podemos decir que la Gioconda tiene una hermana más. Eso sí, más joven y sonriente.
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